
Estas semanas sin verte, me parecieron años
Tanto te quise besar que me duelen los labios.
El miedo nos hizo cometer estupideces nos dejó sordos
y ciegos
Y un día después de la tormenta cuando menos piensas
sale el sol
De tanto sumar pierdes la cuenta porque uno y uno
no siempre son dos
Te lloré hasta el extremo de lo que era posible
No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante
Y lo mejor siempre espera...
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